lunes, 31 de marzo de 2008

La Adolescencia es...


- Puro drama.
- La conquista de la identidad.
- Hormonas en ebullición.
- Para colmo, te llenas de acné y te salen adiposidades extrañas.
- Tus primeras depresiones. Todo parece tan grave...
- La necesidad de aislarse.


- Donde los padres se convierten en tus villanos.
- Fumar y follar, todo es empezar.


- El instituto: esa jungla.
- La habitación en silencio. Música muy ruidosa en tus auriculares.
- Cada año representa un escalón.
- Llevar la contraria es una necesidad.
- Los amigos son tan indispensables como nocivos.


- La cuna de todos los amores platónicos.
- Te vistes con cosas raras para epatar al personal.
- Ese período de la vida que muchos se resisten a superar.
- Discutes todas las instituciones, todas las ideologías y todas las fiestas de guardar. El nihilismo es lo tuyo.
- El suicidio parece la idea más romántica del mundo.


- El sopor. Una Bella Durmiente esperando que la despierten.
- Ahora los adolescentes son distintos.
- Bah, si no te llamas Carrie o Donnie Darko, mejor no me la cuentes.

domingo, 30 de marzo de 2008

Diane


La Keaton siempre levanta simpatías. Es su especialidad. Sonríe, pone cara de cómplice, hace la payasa y nos enamora a todos.
En los años setenta, cuando Woody Allen y "El Padrino" la pusieron de moda, se la aclamó como la nueva Katharine Hepburn. Transitaba de la comedia al drama sin complejos, su armario se componía de androginia y el público la adoraba.


"Annie Hall", su película capital, le proporcionó un Oscar y permitió que las chicas de todo el mundo incorporaran las corbatas, los chalecos y cierto desaliño a su vestuario.
Pero Diane Keaton siempre fue más que apariencia; también se revestía de una actitud feminista y fuertemente independiente.


Un fruto inconfundible de la década de los setenta, Diane tuvo problemas para sobrevivir a su fin.
Los ochenta fueron para ella un período casi desértico, con buenas interpretaciones y ambiciosos proyectos punteando una inactividad casi general.
Coppola y Allen, sus directores de referencia, le hicieron empezar los noventa con buen pie, repitiendo sus papeles emblemáticos (Kay Adams y la perfecta chica de Woody). Diane estaba dispuesta a recuperar su posición en la industria.
Y, junto a ello, su salto a la dirección, donde destaca su capítulo de "Twin Peaks" y la bien recibida película "Unstrung Heroes".


Ahora Diane Keaton estrena comedia propia con regularidad. Se ha convertido en una marca, haciendo de mujer marchosa, abuela enrollada o madre desesperada en alargadas sitcoms para el cine. Sus últimas películas están diseñadas para ella y para su imagen. La más representativa, "Something's Gotta Give", recoge todo lo mejor y lo peor de esta nueva Keaton.


Sigue siendo una mujer bella y una actriz infalible, pero se embarca en vulgares women's pictures, que caricaturizan su feminismo hasta límites alarmantes.
En cualquier caso, ella siempre parece pasárselo bien y le gusta rodearse de viejos amigos como Jack Nicholson, Goldie Hawn o Warren Beatty.
La Keaton es mucho más grande que las películas que hace últimamente. Queremos que vuelva con Woody.

jueves, 27 de marzo de 2008

Joaquin Phoenix


Joaquin Phoenix tiene la capacidad de volver loco a cualquiera. Su belleza es irregular, su atractivo, incontestable. Da morbo sin pretenderlo. Mira con descaro y sus dientes seducen. Joaquin nos gusta desde siempre. Y hoy podemos decir que más que su hermano, River.
Fue Gus Van Sant quien le dio sus primeros papeles notorios. El mismo director que había dirigido a River Phoenix en "Mi Idaho Privado" le dio un papel bombón a Joaquin en "To Die For".


La audiencia observó que salía fuego de su encuentro con Nicole Kidman, y empezó la gran carrera de Joaquin Phoenix. Primero, alentada por el recuerdo de la trágica muerte de su hermano, y al final, espoleada por su propio y muy evidente talento.

A Joaquin le gustan los papeles desafío, pero no le hace ascos a lo alimenticio. Está genial cuando se lo propone y roba la película siempre.
Su desquiciado emperador de "Gladiator" roza lo sublime y gana la batalla a Russell Crowe.


Se convierte en Johnny Cash, canta sus canciones y seduce a Reese Whiterspoon en "Walk The Line".
Sin embargo, en ambas películas, el Oscar le ha sido negado, mientras sus oponentes salían premiados, más o menos injustamente.


Pero a Joaquin no debe importarle. Ha superado a Liv Tyler, que siempre consideró el amor de su vida. Se ha rehabilitado de su alcoholismo y promete seguir dando guerra.

Ahora estrena "La Noche es Nuestra", junto a otro visitante de jueves: nuestro querido Mark Wahlberg.


Kate Winslet dijo de él que era el mejor actor de su generación. Como ella, muchas y muchos no se han recuperado del impacto de verlo de sacerdote en "Quills". Joaquin volvió a convertir la sotana en motivo de turbación.
¿Alguien en la sala desea confesarse?

lunes, 24 de marzo de 2008

La Infancia es...


- Aquel jardín eterno.
- Lo que "Las Chicas de Oro" dejaron definitivamente atrás.
- Cuando el tiempo pasaba tan despacio.
- La indefensión.
- Cuando debías taparte los ojos.
- El espeso caldo de todos tus traumas.
- Los jefes eran los padres. Y también tus únicos amores.
- Los Reyes Magos eran los Reyes Magos.
- Jugar, jugar, jugar.


- Esa relativa inocencia, esa natural mezquindad, esa crueldad sin concesiones.
- Cuando te pedían que te estuvieras quieto de una vez.
- Nada de sexo, nada de fiesta, ¿quién lo echa de menos?
- Los dibujos animados eran el sedante perfecto.
- Volver a ella es la verdadera madurez.


- Tantas ilusiones...
- Las preocupaciones vitales eran montar en bicicleta, aprender a nadar y hacer la voltereta.
- Cuando jugaba a las Barbies, más o menos clandestinamente.
- ¡Los cumples!
- Para muchos, un puto infierno.


- Cuando no le pillabas el doble sentido a Disney.
- Todo parecía fácil.
- No conocías la televisión nocturna.


- Xuxa te llamaba "bajito" en Telecinco.
- Al fin y al cabo, sigues siendo el mismo.
- No la añores. No tenías independencia ninguna y nadie te hacía ni caso.
- Bah, a quién se le ocurre poner una foto del niño de "Alemania, año cero" y otra de la Xuxa a continuación.

sábado, 22 de marzo de 2008

Suburbia


¿Cansado de vivir en la gran ciudad? Sé que has pensado más de una vez en el cambio. Las calles están llenas de basura y de delincuencia, los alquileres están por los aires y todo para unos escasos metros cuadrados de vivienda. Lo de comprarse una casa en la urbe mejor olvidarlo. ¿Y es realmente el lugar apropiado para criar a tus hijos?

Hasta que ves el dorado anuncio. El paraíso residencial, la tierra prometida, el All-American suburb. Estará a kilómetros de las ciudades de toda la vida, no tendrá ningún monumento histórico y será más impersonal que un tetra-brik.


Pero es el lugar perfecto para vivir y relacionarte con gente de tu clase. Una familia en un portarretratos, dos pisos, una escalera, un jardín y un sótano. Parques para que los niños jueguen y los perros caguen. Supermercados con plazas de aparcamiento. Avenidas para hacer footing. Reuniones de vecinos. Partidos de fútbol y tertulias literarias. Institutos y colegios. Y todas las casas, una detrás de otra, hasta donde alcanza la vista.
¿A qué esperas para llamar al camión de mudanzas?


Edie Britt será la encargada de enseñarte tu nueva vivienda en un barrio libre de prostitución, de drogas y con cámaras de videovigilancia. Alarmas en las puertas y férreas contraventanas. No hay peligro en Wisteria Lane, ni en Agrestic, ni en Knots Landing.
Qué mejores vecinos que los Lisbon y sus doradas niñas. Qué mejor amiga para tu hija que Mena Suvari.

A los pocos minutos de instalarte, llegará Bree Van de Kamp con una cesta de magdalenas y demás bienvenidas, mostrando satisfacción por tenerte de vecino.
Es pertinente que enseguida llames a Celia Hodes si quieres controlar el cotarro en la Asociación de Padres del colegio de tus chavales.
Y avisa al joven John Rowland para que te cuide el jardín. Te lo deja como nuevo con un par de tijeretazos.


Por la noche, cierra la luz. Olvídate de la hipoteca y piensa en toda esa belleza americana que te rodea. Donde reina la educación y la limpieza.
Al fin y al cabo, las contraventanas te protegen de ese exterior. El mismo donde se produce un disparo, donde alguien sale corriendo, donde se oye el derrape de un coche, donde dos sombras deciden seducirse. Tantos secretos. ¿Quién quiere saberlos con tanta felicidad en el aire?

martes, 18 de marzo de 2008

Jayne en Rosa y Negro


"Para Jayne Mansfield, el arte dramático consiste en cómo llenar un jersey", dijo Bette Davis.
En 1955, Jayne se convertía en todo un deleite para los focos de Hollywood. Un sex-symbol instantáneo, la Mansfield fue la mejor y más entrañable de las imitadoras no oficiales de Marilyn Monroe.
No tenía la vulnerabilidad y el misterio de la Monroe, pero le sobraba descaro y su escote hacía estragos.
América se dejaba los ojos en las tetas de Jayne Mansfield. Y ella lo sabía y supo sacarle partido.


Cuando no hay talento real, se recurre a la energía y al escándalo. Y allí estaba Jayne como la mejor, para llenar portadas y hacer desfilar maridos y amantes por su vida y su imagen. Ella misma lo aseguró. "No llegué a California para ser actriz, sino para convertirme en una estrella".

En su momento de esplendor, Jayne se casó con Mickey Hargitay, que fue el segundo y más famoso de sus tres maridos.
Mickey había sido Míster Universo. Ambos competían en abultado perímetro torácico y tuvieron tres hijos.


Se mudaron al legendario "Palacio Rosa", una mansión de Beverly Hills, que la Mansfield diseñó a la altura de su estulticia.
La vivienda estaba toda pintada de rosa, con cupidos, luces fluorescentes y una fuente que escupía champán rosa.


Mickey Hargitay, fontanero y carpintero antes que culturista, se encargó de construir la piscina en forma de corazón y, por supuesto, del color que reinaba en la muy kitsch mansión.
Jayne y Mickey se divorciaron en 1962.


El reinado de la Mansfield fue efímero y terminó a mediados de los sesenta, cuando las rubias pechugonas pasaron de moda.
Sin embargo, Jayne se embarcaba pronto en una lucrativa gira de actuaciones por nightclubs de todo el país.

Mientras se dirigía a uno de sus destinos, el coche donde viajaba Jayne sufrió un terrible accidente al chocar con un camión. Jayne Mansfield fallecía a la edad de 34 años.

La leyenda dice que Jayne fue decapitada en la colisión. Sin embargo, ha sido desmentido muchas veces.
El mito de la decapitación se debe a la equívoca foto del siniestro, donde se observa una cabellera rubia a varios metros del coche. Esa no era la cabeza de la pobre Jayne, sino una de sus pelucas.

Jayne Mansfield luce hoy como el símbolo de una década de exceso, donde Estados Unidos vivía cierto proceso de neurosis sexual y consecuente descongelación. Jayne nunca fue gran cosa, pero armó el suficiente ruido para ser recordada.

Irónicamente, su hija, Mariska Hargitay, le ha salido talentosa.
Mariska es una reconocida actriz televisiva, muy aclamada por su papel de Olivia Benson en la serie "Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales".

lunes, 17 de marzo de 2008

ER es...


- "Emergency Room". Es decir, "Urgencias".
- La serie que ha cumplido 300 capítulos sin despeinarse.
- Se basaba originalmente en las experiencias de Michael Crichton como residente.
- Por primera vez en televisión, la cámara se mueve. Y de qué manera.
- La mejor combinación de drama y espectáculo.


- Sentimental, pero nunca cursi. Moral, pero nunca adoctrinaria.
- Aquella que te enseña lo que es la epinefrina, la antropina, el salino, el infusor rápido y la toracotomía. Y si necesitas consulta quirúrgica, ¡avisa a Corday!
- Noventera, seria, trascendente.


- La de la musiquita "tinuniiii" y los créditos molones.
- Durante ocho años, fue la serie más vista en Estados Unidos. Todavía sigue siendo el espacio televisivo con más nominaciones a los Emmy.


- Ilustra las políticas, miserias y alegrías del mundo laboral.
- Donde el karma puede ser el peor asesino. Preguntadle al Doctor Romano.


- El principio de tu idilio con Maura Tierney.
- Cuando George Clooney tenía algún pelo libre de canas.
- Los médicos cojos ya gastaban mala leche antes de Gregory House. Leave it to Weaver!
- La saga de John Carter, desde ser estudiante de medicina a fundar el Centro Médico Joshua Carter.


- La que acuñó el cliché del médico que pronuncia la hora de la muerte y se quita los guantes con desazón.
- Uno de sus capítulos fue emitido en rigurosísimo directo.


- Mark Greene, pobre Mark Greene...
- La serie peor programada de la historia de TVE.


- "Anatomía de Grey" es su hija cursilona.
- Quentin Tarantino se confesó fan desde el principio y dirigió un capítulo de la primera temporada.


- Es posible que renueve para una decimoquinta temporada.
- El link para hacer un encadenado de actores. Salen todos.
- Que no se vaya Goran Visjnic, que no se vaya.


- Ha perdido fuelle, pero sigue pegando fuerte.
- Si no la has visto, te la estás perdiendo.
- Bah, ¿otra vez?

martes, 11 de marzo de 2008

Ser Hijo de Marlon Brando


Una serie de televisión bastante deseada y jugosa podría inspirarse en la vida y en la familia de Marlon Brando.
Tiene todos los ingredientes necesarios para triunfar. Un patriarca que da el sentido último a la palabra "excentricidad", once hijos, cuatro esposas, fiestas de Hollywood, islas del Pacífico, hamburguesas escondidas en el jardín y dos Oscars.
Y, al final, una sucesión de acontecimientos, que convirtieron a la familia Brando en la mezcla perfecta entre tragedia griega y laboratorio freudiano.

Christian Brando era el mayor de sus hermanos, fruto del primer matrimonio de Brando con Anna Kashfi, de la que se divorció poco después de nacer Christian.

Cheyenne es la quinta de entre los retoños Brando y la segunda hija de la legendaria Tarita, la joven polinesia de la que Marlon se enamoró durante el rodaje de "Rebelión a Bordo". Fue ahí donde comenzaría la obsesión de Brando por Tahití, que duraría hasta su muerte.


Tanto Christian como Cheyenne vivieron largo tiempo a la sombra de su famosísimo padre, hasta 1990. La casa de campo que la familia poseía en Beverly Hills fue testigo de un disparo mortal.

El fallecido era Dag Drollet, amante tahitiano de Cheyenne y padre del hijo que ella esperaba.
Y el portador del arma era un borracho Christian, que fue detenido por la policía y acusado de asesinar al amante de su hermana.


En principio, Christian aseguró que la muerte de Dag había sido accidental, pero finalmente se declaró culpable bajo el cargo de asesinato sin premeditación.

El juicio de Christian fue publicitado hasta la saciedad y tuvo su momento cumbre en el emocionado testimonio de Marlon Brando. Aseguró que había fallado en la educación de su hijo y que se sentía muy arrepentido.
La familia de Dag Drollet acusó a Marlon de ofrecer su interpretación definitiva, para salvar a su hijo.

Pero la estocada definitiva fue la desesperación de Cheyenne. Volvió a Tahití, dio a luz a su hijo Tuki e intentó suicidarse con una sobredosis de barbitúricos.


Se le diagnosticó esquizofrenia y se aisló de sus familiares y amigos. Perdió la custodia de su hijo y en 1995, se ahorcó. Sólo tenía veinticinco años. Ni su padre ni su hermano Christian fueron capaces de asistir al funeral.

Condenado a diez años de prisión, Christian fue liberado en 1996. Murió el pasado enero de una neumonía.

Mientras, Tuki Brando, hijo de Cheyenne y Dag, es ahora modelo de Versace.